Hasta el Domingo de Ramos el garbanzo amparado con el sello de calidad del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Garbanzo de Escacena” será protagonista en El Corte Inglés de El Duque, en Sevilla. Este centro comercial acoge la Semana Gastronómica del “Garbanzo de Escacena”, una acción que este Consejo Regulador organiza dentro del programa de promoción de productos de calidad que financia la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.
Los espacios de restauración de El Corte Inglés de El Duque ofrecen durante estos días un Menú con seis propuestas y platos diferentes donde el protagonista es el garbanzo certificado por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Garbanzo de Escacena”. Se trata en concreto de dos entradas, tres segundos platos y un postre, donde tienen un peso destacado las propuestas vinculadas a este tiempo de Cuaresma previo al inicio de la Semana Santa, donde el garbanzo tiene un gran protagonismo en la cocina.
Destacan como platos de cuaresma el potaje de vigilia con Garbanzos de Escacena, bacalao y espinacas o el potaje de Garbanzos de Escacena con langostinos. También se ha incluido un guiso de carrillada de cerdo estofada con “Garbanzos de Escacena”, una ensalada con garbanzos y bacalao y un Hummus realizado que va acompañado de langostinos crujientes.
A través de estas propuestas gastronómicas el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Garbanzo de Escacena” pretende que los clientes de este centro comercial tengan un contacto directo con uno de los garbanzos con más y mejores propiedades. Su variedad blanco-lechoso y su maduración más lenta, le aportan unas características muy especiales en cuanto a blandura, cremosidad, sabor y finura, algo que el consumidor aprecia nada más probar este garbanzo.
Una de las claves es la zona geográfica donde se produce el garbanzo amparado por la IGP «Garbanzo de Escacena”. En esta zona conocida como Campo de Tejada, entre las provincias de Huelva y Sevilla, se da un microclima muy particular generado por la brisa marina del Atlántico que, tras atravesar el Parque Nacional de Doñana, suaviza las temperaturas por el incremento de la humedad relativa precisamente en la época de la maduración del garbanzo. Todo ello convierten a este garbanzo en único y diferente.